Símbolos...

La noche avanza y el sueño se rehusa... sin embargo, ésta vez el desvelo es distinto, la tormenta de símbolos ataca mi estómago, todo cambia de sentido y sufre inversión en sentido contrario...

Todo lo que creí ha cambiado, y ahora las fotografías son simples imágenes sin sentido salpicadas de gotas de alcohol que han disuelto rostros, sentimientos, recuerdos y lugares... Lo único visible son algunos trozos de color sin sentido, sin continuidad, como piezas de un rompecabezas incompleto... un puzzle que no interesa unir nuevamente ni mucho menos hacer enbonar a la fuerza...

Lo único que se me ocurre es poner esos trozos sin sentido sobre una cartulina blanca y dibujar algo que les otorgue un nuevo significado acorde con éste momento y con ésta nueva oportunidad...

Lo importante, el miedo se ha ido, creo que se fue junto con esas gotas de alcohol que cambiaron y dieron nuevos significados a los símbolos... Hoy me siento amnésico, pero sé que dentro de mí, algo se encargó de provocarlo, quizás esa media hora que pasé examinando una imágen que al paso de los minutos me demostró que todo había cambiado y que pasado ese lapso de tiempo terminó por exorcizar muchos de los demonios que tenían fiesta en mi cabeza, demonios con piernas de mentiras, de creencias infundadas... de significados caducos...

Y hoy lo nuevo que se presenta se toma con tranquilidad y se enfrenta con crítica; nunca más se repetirá la historia, mis sueños anoche trajeron la respuesta "no desperdicies tu tiempo con alguien que no quiera desperdiciar el suyo contigo" Poner cada cosa en la categoría a la que pertenece... evitar dotar de símbolos erróneos a entes que no son lo que proclaman ni prometen...

Al final del camino somos símbolos interpretados y decodificados por situaciones y conceptos, características definidas por el dolor o la felicidad de las experiencias vividas

2:00 am

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Todo pasó en un momento...

Mis dedos teclean de manera delicada ésta entrada, como queriendo transmitir desde ese punto el sentir y la atmósfera que lo rodea y rodearon toda ésta semana...

Al final nos quedamos tu y yo, solos de nuevo. Cerramos el baúl y ésta semana lo vimos inerte en una esquina de las cuatro paredes que conforman mi dormitorio... Nos quedamos horas y horas pensando en su contenido y tratamos por mucho tiempo de encontrar ¿Qué hacer con él?

Tomamos un serrucho y lo partimos en pedazos, congelado, por el hielo del odio y la indiferencia, no sangró, ni regó su contenido. Cada una de las secciones tenía un destino previamente seleccionado y así la semana entera fuimos dejando esos fragmentos de vida, empapados de sentimientos en lugares específicos...

Ayer en la noche, nos deshicimos del último, ese que se fué por el inodoro dando vueltas graciosas hasta perderse al unísono del flush...

Después de tirar de la palanca, derramé las últimas lágrimas que olvidé guardar en el baúl... esas últimas tan profundas y cálidas que en algún momento pensé en dejar para mí, pero que ya entrado en exorcismo preferí que se fueran también.

Vacío, así me sentí, así me quedé, hoy queda mucho espacio para volver a llenar, y a pesar de la oportunidad que èsto representa me siento con miedo... con miedo a volver a almacenar basura que después me represente un problema deshacerme de ella...

Frente arriba y adelante, aunque a la deriva... mis pies me llevan, caminamos y entramos en trance por las calles... esas calles en las que ayer dejé fragmentos de ese baúl. Esas calles que algún día significaron algo... Hoy simplemente es muy poco lo que tiene un sentido y significado... incluidos mis sentimientos...